El laberinto está compuesto por pasadizos y habitaciones intrincadas, ideado para confundir a quien entre e impedir que encuentre la salida. En el laberinto habitaron el Minotauro, Teseo, Dédalo e Ícaro. “En todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”. A veces soy híbrido entre instinto y lenguaje, otras héroe griego, algunas arquitecto de mi encierro y, otras tantas, libertad en caída libre.

domingo, 21 de enero de 2007

EN EL MAR DE LA NOSTALGIA


Imagen perteneciente a Friedrich

Hoy la nostalgia se anida en mis ojos que miran al pasado buscando encontrar una respuesta para una pregunta sin sentido. Busco explicaciones sabiendo que no las hay, busco encontrar un por qué sabiendo que ni si quiera hay un para qué. Pero tengo una certeza y es la de la incertidumbre constante, la de los pasos en el mismo lugar, la de este hundirme cada día más en la peor de las cárceles, tras los lúgubres muros levantados por mi soledad.

Intenté volar, intenté huir de acá, pero el peso del pasado es demasiado, pero la oscuridad de los cielos me aterroriza, pero esos ojos que esconden un sol derretirá mis alas y nuevamente volveré a ahogarme en este mar de nostalgia que socava los acantilados de mi esperanza.

Miro con los ojos llenos de nostalgia, extrañando el futuro que nunca tuve, extrañando soñar con la promesa de alcanzar la felicidad. Pero ya sé de qué se trata todo, ya no hay sueño, estoy demasiado despierto. La felicidad es una gran mentira, una falsa promesa, un cheque sin fondo con el que nos pagan para soportar la angustia.

Pero, otra vez sin previo aviso, las represas de la angustia no aguantaron la presión, y me estoy ahogando entre océanos de lágrimas. Quiero vomitar esta angustia no digerida, quisiera vaciarme de dolor. Estoy confundido en mis palabras, corro el velo y descubro que no hay nada, sólo estas lágrimas que me bañan, solo esta garganta despedazada.

Hay algo que se me escapa y no sé qué es. Hay algo que se me escapa y sí sé qué es. Hay algo que se me escapa y tengo miedo de saber qué es. Hay algo que se me escapa y no me gusta reconocer qué es. Hay algo que se me escapa en cada latido, y en cada suspiro. Siento que me pierdo una vez más en medio de este inmenso mar de nostalgia, siento que me pierdo sin saber si me volveré a encontrar.