Imagen: "Fear of Isolation" by Rene Asmussen
Soy la mosca que aletea atraida por el hedor de las heces; el insecto maldito que insiste en acercarse mientras todos se empeñan en que se aleje. Soy su ruido insoportable en el oído, la mente que aturde cuando uno implora que se calle.Soy las palabras no dichas, el vacío del presente, el futuro abortado, el pasado que no puede ser asesinado.
Soy el ideal insatisfecho, ése que exige más cuanto más le das y que nunca se cansa de pedir, el que castiga con la culpa insólita que deja cadáveres en los roperos.
Soy el deseo que no sale de la mente, el que no llega a los brazos, a las piernas, a la lengua, ni a la boca. Soy el que desea lo que no hace y el que hace lo que no desea. Soy el dique limitado por represas.
Soy el semen que se derrama innecesariamente en el látex. Esa viscocidad blanca convocada por tus labios un segundo antes y rechazada por tus manos un minuto después.
Soy la ebriedad de tu disurso, el deslizamiento del alcohol entre tus neuronas, el instante previo a la caída, el ácido quemando el esófago del vómito etílico. Soy el mareo confuso, la alegría estéril, el momento del después, la caída del silencio y la llegada de la luna.
Soy todo lo que no quisiera ser y nada de lo que quisiera dejar de ser. Soy todos los males de la tierra. Soy todo de lo que huyes, pero nada de lo que escapas. Soy lo que nunca debería haber sido, pero lo que ya fui demasiadas veces como para seguir no siéndolo.
Soy todo lo peor, cuando quedo librado al abandono. Seré todo lo mejor, cuando tenga la oportunidad de serlo, pero siempre estaré incompleto y nada aliviará la herida de no estarlo.
Soy el lago en el que te miras, el mismo que secuestró a Narciso para ahogarlo en su belleza. Soy el espejo fragmentado, el que nunca recuperará todos sus pedazos.
Soy el reflejo roto, los siete años de desgracias, todas las plagas de Egipto, todas las iras de los dioses, todos los dioses de los muertos, todos los muertos del tiempo, todo el tiempo de los silencios, todos los silencios de los sumisos, que confluyen en mi cuerpo estallando en un grito lírico que fragmenta el tiempo.