El laberinto está compuesto por pasadizos y habitaciones intrincadas, ideado para confundir a quien entre e impedir que encuentre la salida. En el laberinto habitaron el Minotauro, Teseo, Dédalo e Ícaro. “En todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”. A veces soy híbrido entre instinto y lenguaje, otras héroe griego, algunas arquitecto de mi encierro y, otras tantas, libertad en caída libre.

jueves, 12 de octubre de 2006

LA ÚLTIMA BUENA NOCHE


En ese instante preciso y efímero que cabalga entre los límites de la vigilia y del secuestro onírico, en ese instante la vi. Su sensualidad era desgarradora, su misterio era abrumador, su mirada era paralizante. De su boca inmortal, aquella que besó a la humanidad, escuché la melodía fúnebre de sus palabras:

- Buenas noches, supe de su obsesión por mí y he venido a visitarlo para suplicarle que deje de implorarme. .

- Buenas noches. Tiene usted razón, no sé por qué, pero siempre hablo de usted. Está presente en todo lo que pienso, en todo lo que anhelo, es todo lo que creo, usted es cada una de mis irracionalidades, está en cada texto que escribo, pero más está en todo lo que callo.

- ¿Por qué? Usted es joven y yo demasiado vieja y caprichosa.

- ¿Acaso usted, que secuestra ilusiones desde el vientre, cree que soy demasiado joven para compartir su lecho?

- Es cierto, yo no establezco diferencias. No me importan edades, ni sexos, ni religiones, ni razas, ni ideologías, yo puedo besar a cualquiera.

- ¿Y por qué no me besa a mí?, ¿por qué no me lleva con usted?

- ¿Porqué cree que debería haber un porqué?

- No se confunda, yo no creo en nada, sólo en usted, y tengo la certeza de que aquí no puedo estar.

- Yo no soy cómplice de fugitivos.

- ¿Y quién le dijo que me quiero escapar?

- Usted, que me busca constantemente sabiendo que desde hace años me encuentra…